18 Οκτωβρίου 2010

ΑΡΜΟΔΙΟΣ ΚΑΙ ΑΡΙΣΤΟΓΕΙΤΩΝ. ΟΙ ΕΡΩΤΕΥΜΕΝΟΙ ΤΥΡΑΝΝΟΚΤΟΝΟΙ 1

54. La proeza de Aristogitón y Harmodio tuvo su origen en un caso de amor, caso con el que, extendiéndome algo más, demostraré que ni los propios atenienses ni los demás hablan con exactitud ni de sus tiranos ni de lo sucedido. Cuando murió Pisístrato, ya anciano, detentando la tiranía, obtuvo el poder no Hiparco, como muchos creen, sino Hipias, que era el mayor. Como Harmodio estaba en la flor de la edad, Aristogitón, un ciudadano de clase media, se enamoró y estuvo ligado a él. Objeto Harmodio de los tanteos amorosos de Hiparco, no se deja persuadir y se lo revela a Aristogitón. Éste, muy dolido por su amor y lleno de temor ante el poder de Hiparco, por si intenta atraérselo por la fuerza, empieza a tramar el derrocamiento de la tiranía recurriendo al prestigio de que goza.
Entre tanto, Hiparco, como tras nuevos intentos no consiguió por ello persuadir más a Harmodio sin recurrir a acciones violentas, buscaba un modo encubierto de vilipendiarle y que no diese a entender que era por eso.
Ni siquiera resultaba molesto para la mayoría en las otras facetas del ejercicio de su poder, sino que su actitud no provocaba antipatías. Esos tiranos actuaron en la inmensa mayoría de los casos con generosidad e inteligencia, y, exigiendo a los atenienses tan sólo la vigésima parte de sus productos, embellecieron su ciudad, sostuvieron las guerras y continuaron con los sacrificios. Por lo demás la ciudad seguía gobernándose por las leyes vigentes antaño, con la única excepción de que procuraban ejercer siempre algún caso. (…)
55. (…) Fue Hiparco, debido al renombre que alcanzó por su desgracia sentimental, quien en tiempos posteriores fue considerado tirano.
56. el caso es que Hiparco, tal como había planeado, humilló a Harmodio por haber rechazado sus intentos. Efectivamente, después de haber invitado como canéfora de una procesión a una hermana suya que estaba soltera, la despidió diciendo que para empezar ni siquiera se la había invitado por no creerla digna de ello. Aunque Harmodio lo tomó a mal, mucho más se enojó Aristogitón por su causa. Habían llevado a cabo todos los preparativos junto con los que colaboraban en la empresa, pero aguardaban a las Grandes Panateneas, único día en el que no resultaba sospechoso que formaran grupos armados los ciudadanos que participaban en la procesión. Ellos deberían empezar y enseguida les apoyarían en su lucha contra su escolta. Por rezones de seguridad no eran muchos los conjurados, pues esperaban que incluso quienes no lo supiesen de antemano, mientras tuvieran armas, querrían al instante colaborar con ellos a la propia liberación en cualquier golpe de audacia que intentasen.
57. el día de la fiesta, Mientras Hipias estaba en las afueras, en el llamado Cerámico, acompañado de su escolta, Harmodio y Aristogitón armados de puñales se aprestaban a la acción. Pero cuando vieron que uno de los conjurados hablaba familiarmente con Hipias, pues era fácil abordarle, se llenaron de temor pensando que habían sido delatados y prácticamente estaban presos. Entonces, antes de que fueran apresados, quisieron tomar venganza, si podían, del que había causado su aflicción y por cuya culpa corrían peligro. Sin más, se lanzaron puertas adentro y encontraron a Hiparco junto al denominado Leocorio; atacándole de inmediato de manera irreflexiva y airada, el uno por amor, el otro por el ultraje, le hirieron repetidamente hasta matarle. De momento, Aristogitón logró escabullirse de la escolta, al arremolinarse la muchedumbre, pero apresado después, no fue tratado de modo agradable. Harmodio pereció allí mismo al instante.
58. Cuando se informó a Hipias en el Cerámico. Este no fue enseguida al lugar del suceso, sino a donde estaban los hoplitas de la procesión, antes de que se enterasen, ya que se encontraban lejos. Fingiendo de modo que no se revelasen en su rostro la desgracia, les indicó un lugar y les dio orden de que acudiesen allí sin las armas.
Ellos fueron por creer que les iba a decir algo importante; pero Hipias, después de ordenar a su escolta que recogiese las armas, empezó a sacar a quienes creía culpable así como a todos el que se encontró con un puñal, ya que era costumbre participar en la procesión armado de lanza y escudo.
59. De este modo, por una pena de amor, se inició la conspiración y se dio en Harmodio y Aristogitón un atrevimiento irreflexivo motivado por el pánico del momento.
Después de esos hechos la tiranía se hizo más dura para los atenienses, y Hipias, con más recelos que antes, llevaba a la muerte a muchos ciudadanos mientras empezaba a dirigir su atención al exterior, por si encontraba en alguna parte seguridad para sí en caso de cambio político.

Tucídides: Historia de la Guerra del Peloponeso (Cátedra, 1988)
Traducción: Francisco Romero Cruz
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Harmodio y Aristogitón, copia romana de la estatua Ateniense de Kritios y Nesiotes

2 σχόλια:

Ανώνυμος είπε...

Aristogitón (en griego antiguo: Ἀριστογείτων / Aristogeitôn (†514 a. C.), y Harmodio (en griego antiguo: Ἁρμόδιος / Harmodios (†514 a. C.), son los dos Tiranicidas (tiranicidio, de τύραννος / tyrannos, tirano y κτείνω / kteinô, matar), asesinos de Hiparco.

Harmodio y Aristogitón son considerados como dos héroes y tratados como mártires de la libertad, tras el derrocamiento de Hipias, pese a que su tiranicidio estuviera provocado por razones personales. Dos estatuas, esculpidas por Antenor, se erigen en su honor en el Ágora. Ambas son destruidas por Jerjes tras el saqueo de Atenas en 480 a. C., y restauradas después por Alejandro el Grande (o según Pausanias, por Antíoco). Se les atribuye igualmente un lugar en las Islas de los Bienaventurados, al lado de Aquiles.

es.wikipedia.org

Ανώνυμος είπε...

Hiparco (en griego Hipparkhos) (Atenas, † 514 a. C.), uno de los Pisistrátidas, tirano de Atenas.

Hijo menor de Pisístrato, subió al poder, junto con su hermano Hipias, tras el fallecimiento de su padre. Poco se sabe de la vida de Hiparco, pero según Tucídides, él no era más que un "fantoche", el verdadero poder lo sustentaba su hermano Hipias. Mecenas de los artistas, protegió a los poetas Simónides de Ceos y Anacreonte, hizo construir una importante biblioteca, apoyó los cultos mistéricos de Eleusis, y mandó recopilar los poemas de Homero.

En 514 a. C., fue asesinado por los tiranicidas Harmodio y Aristogitón. Según Tucidides, Harmodio habría rechazado las propuestas amorosas de Hiparco. Otras fuentes señalan que Hiparco impidió que la hermana de Harmodio participara en la procesión de las canéforas en las Panateneas, insinuando que no era virgen. Furioso, Harmodio, planeó la conjura contra Hiparco y Hipias, conjura que acabaría con la vida de Hiparco que fue apuñalado durante las Panateneas.

es.wikipedia.org

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