15 Οκτωβρίου 2009

Ο ΚΑΒΑΦΗΣ ΚΑΙ "ΤΑ ΜΑΡΜΑΡΑ ΤΟΥ ΠΑΡΘΕΝΩΝΑ"

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Nelly's (Grecia)
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«Devolved los Marmoles Elgin»
En su número de marzo la revista Nineteenth Century ha publicado, con el titular de «La broma acerca de los marmoles Elgin», un articulo que, en cierto sentido, es digno de mención. (…)
El artículo está escrito por el director de Nineteenth Century, el Sr. James Knowles. (...)
Bajo la influencia de su excitación –pues no dudo de que el arículo fue escrito en un momento de paroxismo mental- el Sr. Knowles hace afirmaciones de lo más peregrino. Ensalza el acto vandálico de Elgin y su gratitud es tan grande que daría de buena gana a Elgin un sitio entre los benefactores de la Humanidad –dios añer kalós k’ agathós anér. Ridiculiza a Byron. Asocia el llevarse los marmoles con las gloriosas victorias de Nelson. Piensa que si los marmoles se restituyen, Giblartar, Malta, Chipre, la India también deberían ser devueltos –olvidando que, si esas posesiones son necesarias para el comercio britanico y para la dignidad y seguridad del Imperio británico, los Marmoles Elgin no sirven para otro propósito que el de embellecer el Museo Britanico-. Considera trivial la observación de que el clima de Bloomsburry es perjudicial para las esculturas y expresa el temor de que, si se expiden de nuevo a Grecia, podrían ser destruidas «cualquier día en el próximo estallido de la cuestión Oriente» -olvidando que la sabiduría dicta el remedio de los males presentes antes de prevenir las enfermedades futuras-. Observa que «y lo que guardamos en depósito se devolviera a Grecia, cuán rápido no podría ceder uno de sus gobiernos transitorios a la oferta de un millón de libras esterlinas procedentes de Berlín, o de dos millones procedentes de Nueva York –o dividirlos y repartirlos entre otros tantos compradores-». Ésta es una grave imputación al carácter de los hombres de Estado griegos y no descansa en ningún dato consistente. Hasta donde alcanza mi conocimiento, los gobiernos de Grecia, transitorios o no, han cuidado al máximo durante sus mandatos los monumentos antiguos; y han fundado algunos museos bien instalados y administrados. Parece que pone en tela de juicio el derecho a reclamar los mármoles de «la pequeña población mestiza que ahora vive sobre las ruinas de la antigua Grecia» -lo cual es pisar terreno movedizo. Como, aunque desconozco la destreza del Sr. Knowles en la crítica histórica, es dudoso que sea capaz de probar una teoría en el intento de cuyo apoyo incluso el renombrado Fallmerayer ha fracasado-. El Sr Knowles al hacernos también ver la perspectiva económica del asunto. En una parte de su artículo dice que el valor actual de los mármoles se calcula en millones, y en otra parte reconoce que para adquirirlos Lord Elgin desembolsó 74000 libras. ¡Vaya negocio!
(...) tiendo a creer que debe atribuirse lo fuera de lugar de su artículo y juicios sobre los Mármoles Elgin a la perturbación mental que le entró al pensar que esas valiosísimas antigüedades –los bellisimos diamantes del Ática- podrían marcharse de Bloomsberry. Lo da a entender él mismo con sencillez bucólica en un paisaje de su artículo: ¡Qué idea (no recuerdo si son éstas exactamente sus palabras) que, teniendo aquí estas bellas antigüedades y pudiendo nuestro pueblo ir a admirarlas cuando quiera, qué idea que las enviemos a la otra punta de Europa!
En Alejandría de Egipto, el 27 de marzo de 1891
Konstantinos P. Kavafis
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K.P. Kavafis: Prosas (Tecnos, 1991)
Trad.: José García Vázquez y Horacio Silvestre Landrobe
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Nelly's (Grecia)

1 σχόλιο:

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La construcción del Partenón fue iniciada por Pericles y se desarrolló entre los años 447 y 432 a.C. Los arquitectos encargados de la obra fueron Ictino y Calícrates, bajo las órdenes del arquitecto y gran escultor ateniense Fidias, autor de la decoración escultórica. El Partenón conservó su carácter religioso en los siglos siguientes y fue convertido en una iglesia bizantina, una iglesia latina y una mezquita musulmana. Pero, en 1687, los turcos lo utilizaron como depósito de pólvora durante el sitio veneciano, bajo el mando del almirante Morosini. Una de las bombas venecianas cayó en el Partenón y causó una enorme explosión que destruyó gran parte de la edificación preservada en buenas condiciones hasta ese entonces.
Sin embargo, el proceso de erosión no terminó ahí sino que siguió a principios del siglo XIX, cuando el embajador británico en Constantinopla, Elgin, decidió quitar la mayor parte de la decoración escultórica del monumento y trasladarla a Inglaterra para venderla al Museo Británico. La colección llegó a Gran Bretaña entre 1801 y 1805 y desde 1939, los mármoles se exponen en una sala habilitada especialmente dentro del Museo Británico de Londres.
Las adquisiciones de Elgin representan más de la mitad de las esculturas decorativas del Partenón: 75 metros de los casi 160 que tenía el friso original; 15 de las 92 metopas; 17 figuras parciales de los pedimentos así como otras piezas de arquitectura e incluyen también piezas de otros edificios de la Acrópolis ateniense: el Erecteión, los Propileos y el Templo de Atenea Niké.
Los mármoles de Elgin incluyen algunas estatuas, paneles de las metopas que describen los enfrentamientos entre lapitas y centauros, así como el friso del Partenón que decoraba la parte interior del templo. Este friso, llamado de las Panateneas es un friso jónico de 160 metros de largo que rodeaba la parte superior de la cella. Está realizado en bajorrelieve con mármol del Pentélico. Obra maestra de la escultura griega clásica, representa probablemente la procesión de las Grandes Panateneas, que tenía lugar cada cuatro años en honor de la diosa Atenea. Fue esculpido aproximadamente entre los años 443 y 438 a. C.,bajo la dirección de Fidias. Sobreviven unos 128 metros del friso original, alrededor del 94%, conociéndose el resto sólo por los dibujos que hizo el artista flamenco Jacques Carrey en 1674. Sus fragmentos se encuentran dispersos en diversos museos, sobre todo en el Museo de la Acrópolis de Atenas y en el Museo Británico de Londres. En la actualidad, el 37,5% del friso se encuentra en el Museo Británico; el resto (48%) está en el Museo de la Acrópolis de Atenas y el último 14% se reparte entre otros museos.
Lord Elgin no fue el primero, ni el último, en dispersar elementos históricos de sus localizaciones originales. El Museo Británico posee también fragmentos adicionales de esculturas del Partenón adquiridas de otras colecciones y que no están relacionadas con Elgin. Desde hace más de un siglo existe un profundo debate sobre lo que se tenía que haber hecho con los mármoles. El gobierno griego, y los griegos en general, considera que se deberían devolver a Atenas para exponerse en el Nuevo Museo de la Acrópolis. (es.wikipedia.org)

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